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Te preguntarás ¿Por qué buscar alternativas a las esponjas tradicionales? Es muy simple. Las esponjas que se suelen usar a diario, sí, estas amarillas y verdes (o todas las declinaciones de colores) son parte de estos objetos hechos de plástico al 100%. El problema es que, a cada uso, se liberan micro-partículas de plástico. Estas partículas son tan finas que es imposible filtrarlas y terminan en la naturaleza o en nuestro cuerpo.

Otro problema de estas esponjas es que no son reciclables. Entonces, ya sabemos que terminarán en vertederos, incineradas o abandonadas en la naturaleza. Además, siempre vienen empacadas en plástico. Creo que ya ahora tenemos 3 muy buenas razones de buscar mejores alternativas a las esponjas tradicionales:

  • están hechas de plástico,
  • no son reciclables,
  • están embaladas en plástico.

Aquí te voy a hablar de 4 alternativas residuo cero, que podrán cubrir todos los usos de las esponjas.

Luffa

Esponja de luffa nueva – Esponja de luffa después de 4 meses de uso diario

1. Alternativas a las esponjas: los cepillos

Existen numerosos tipos de cepillos que podrán totalmente remplazar la labor de una esponja (incluyendo el lado «raspador»). El punto positivo, es que puedes elegir entre cepillos más o menos duros, y diferentes formas. Así, tienes todas las opciones para elegir a tu gusto y encontrar uno que te vaya como anillo al dedo. Hay opciones de madera, más respetuosos del medio ambiente. Y para algunos, les puedes cambiar únicamente la cabeza. Eso permite realmente aproximarse al residuo cero.

2. Esponjas caseras lavables

Puedes también cocer tus propias esponjas. Si eliges esta opción, decides totalmente los materiales que usas. Podrás entonces fabricar una esponja más o menos dura y adaptarla a las dimensiones que te hagan falta. El punto positivo de esta alternativa, es que la vas a poder usar y lavar un montón de veces. También he visto opciones tejidas o hechas con ganchillo. Para la parte más dura, puedes usar hilos de yute.

3. Alternativas a las esponjas: el tawashi

El tawashi es una esponja que se fabrica con restos de tejidos que tenemos en casa. Esta opción viene de Japón. Puedes usar medias, calcetines, el brazo de una camiseta, o cualquier tipo de tejido que tenga forma de «tubo». Es muy fácil de fabricar. Cuenta con unos 10 minutos para crear tu telar y 5 minutos para tejer tu esponja.

Necesitas:

  • el tejido: 10 tiras de tejido 2-3 cm de ancho (y en tubo)
  • un cuadrado de madera de unos 15 cm de cada lado
  • 20 clavos

¿Cómo hacer?

Fabrica un telar muy simple con la madera y los clavos:

  • Sobre el cuadrado de madera, dibujar un cuadrado 1 cm más pequeño que la madera.
  • Dividir cada lado del cuadrado en 6 partes iguales y marcar cada «intersección». Así, obtienes un cuadrado marcado en 5 puntos en cada lado (sin contar los ángulos del cuadrado).
  • Poner un clavo en cada punto marcado (sin poner clavos en los ángulos). Tienes 5 clavos a cada lado de la madera.
  • El telar está listo.

Tejer tu esponja:

  • Toma el telar frente a ti. Engancha una tirita de tejido a cada «pareja» de clavos. Empezamos con el primer clavo de la línea vertical a la izquierda con el primer clavo de la línea vertical a la derecha. Repetir este paso 5 veces. Tienes así 5 tiritas enganchadas horizontalmente de cada lado del telar.
  • Luego, tejer las tiritas verticales. Para hacerlo, engancha una tirita de tela al primer clavo de la línea horizontal superior. Luego, pásalo así:
    • encima de la primera tirita horizontal
    • debajo de la segunda
    • encima de la tercera
    • debajo de la cuarta
    • encima de la quinta.
  • Enganchar con el clavo opuesto.
  • Repetir, pero invirtiendo cada vez el orden del tejido. Por ejemplo, para la segunda tirita, pasar primero abajo de la primera tirita, encima de la segunda, y sigues así.
  • Cuando has tejido las 10 tiras de tela, hay que hacer los bordes. Empieza con el primer clavo arriba a la izquierda (línea horizontal). Desengancha sin soltar la primera extremidad y pásala dentro de la segunda extremidad (2do clavo desde la izquierda). Proceder de la misma forma hasta terminar todo el borde. La última extremidad queda para enganchar el tawashi para que seque o simplemente para almacenarlo.

El tawashi es una buena opción para lavar la vajilla o una mesa y remplaza sin problemas el lado «suave» de las esponjas. Tendrás que complementarlo con un cepillo para tener un efecto más abrasivo.

4. Esponjas de fibras naturales: esparto y luffa

El esparto es una hierba con fibras muy duras, que crece en países mediterráneos. Las características de sus fibras hacen que sea una muy buena opción para remplazar esponjas. En España, es lo que solían usar unas generaciones atrás. Cuando de habla de estropajo de esparto, se suele considerar como «el de toda la vida» o «el estropajo de la abuela».

La luffa es mi favorita de todas. Es la que más uso en casa. De hecho, es un especie de calabacín que se deja secar. Sus fibras se endurecen y así fabricamos esponjas. Me encanta esta opción, porque lava muy bien, seca rápido y permite tener muy buena espuma, con sus numerosas fibras. El punto súper positivo, es que ¡la puedes tener en tu jardín! Pero necesitarás algo de paciencia… Generalmente, se recomienda sembrar al principio de la primavera (marzo) y la recogida de las fibras secas se hace en octubre. Pero vale mucho la pena.

Estas dos opciones son 100% naturales, biodegradables y compostables. Las fibras de esparto y de luffa son bastante duras. Te recomiendo enjuagar bien con abundante agua antes del primer uso. Eso permite que las fibras sean más suaves. Después de algunos usos, verás mucho más diferencia.

Existen entonces numerosas alternativas a las tradicionales esponjas de plástico. Que vengan de recuperación de materiales o de fibra vegetal, hay para todos los gustos. Sólo tienes que probar a ver qué te parece. En mi caso, he testeado una vez las esponjas de luffa, y nunca más he comprado una esponja de plástico.

luffa

Planta de luffa en crecimiento

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